Resumen
El cambio climático exige la redefinición de los patrones de consumo de los seres humanos. Sin embargo, la posmodernidad y sus estilos de vida promueven e inducen a la adquisición de bienes de manera desenfrenada, símbolo del bienestar. Las nuevas geografías urbanas contribuyen a ese ideal posmoderno y la arquitectura es pieza clave para satisfacer las exigencias estéticas de una sociedad consumista. Para el arquitecto, la disyuntiva radica en contribuir con ese esquema predominante o innovar con alternativas de diseño concretas y simples, que reduzcan el impacto de su obra en el medioambiente.