Uso y percepción de nocividad del tabaquismo y cigarrillo electrónico en estudiantes que asisten a la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) en el período septiembre-diciembre del año 2022.

Abstract

El fumar cigarrillos había sido la forma más popular de consumir tabaco, pero esto mediante han ido cambiando los tiempos han surgido nuevos métodos de tabaquismo, entre ellos el más comercializado es el cigarrillo electrónico. Dicho artefacto entró al mercado como una alternativa para aquellos consumidores de cigarrillo electrónico, con el propósito de que estos dejen su consumo con el transcurso del tiempo, pero esto ha sido puesto cuesta arriba ya que ahora el cigarrillo electrónico se ha vuelto una pandemia, y según las guías de deshabituación tabáquica estos no son beneficiarios para la salud ni tampoco deberían ser utilizados como un método de reemplazo para otras formas de tabaquismo. El uso de estos dispositivos se ha visto asociado a enfermedades respiratorias, debido a los agentes vaporizados que estos contienen. Los cigarrillos electrónicos están compuestos por varias sustancias, las cuales son convertidas en una sustancia hidrolizada que puede ser inhalada por el individuo por medio del empleo de calor. Se han encontrado sustancias citotóxicas y carcinógenas en estos dispositivos, estas también son capaces de provocar irritación en las vías respiratorias y otras lesiones a otros sistemas. Dado el alto uso de estos dispositivos surge el EVALI, el cual es una patología asociada al uso de cigarrillos electrónicos. Actualmente se desconoce la fisiopatología de esta, pero algunos estudios sugieren que el acetato de vitamina E y el Tetrahidrocannabinol están relacionados al desarrollo de este cuadro. En estos dispositivos también se ha observado el uso de marihuana, la cual está compuesta por tetrahidrocannabinol. Los principales signos clínicos relacionados al sistema respiratorio son tos, dolor torácico, taquipnea, disnea, etc. pero también se han visto casos con síntomas gastrointestinales. En cuanto a pruebas de imagen, la más recomendable es la tomografía axial computarizada, la cual puede presentar diferentes patrones radiográficos para esta patología, pero en la mayoría de los patrones sostienen consolidaciones basilares predominantes y opacidad de vidrio deslustrado, pero antes que cualquier imagen lo primero que el personal de salud debe de hacer es, sospechar de la patología y esto se consigue realizando una buena historia clínica.